sábado, junio 17, 2006

LA TRIPLE FRONTERA ( I ) A raíz de la actualización de los reclamos de Bolivia a Chile por una salida al mar y de las declaraciones de algunos funcionarios chilenos al respecto, acudió a mi mente la siguiente reflexión que denominé "LA TRIPLE FRONTERA ( 1): "Nadie desconoce el origen y la anexión de la 1a y la 2da Región de Tarapacá y Antofagasta al territorio nacional, como tampoco nadie debe dejar de ignorar que desde los hechos acaecidos durante la Guerra del Pacífico y hasta la fecha, Perú y Bolivia no han escatimado ocasión para reclamar sus derechos sobre las regiones conquistadas por Chile. Habiendo nacido y pasado parte de mi infancia en mi hermosa ciudad puerto de Iquique, les puedo asegurar que mantengo incólume el fervor patriótico que me inculcaron casi desde recién nacido. Me enseñaron a ser un orgulloso de mi tierra, de ser chileno, de ser iquiqueño y hasta me hicieron sentirme un patriota especial pues nací en una región donde se gestaron todas las grandes epopeyas de esa pasada guerra..SI, ser nortino, ser del Norte Grande, era y es vivir pleno, hinchado de orgullo y fervor patriótico. Sin embargo, hoy, ya adulto, analizo ese fervor patriótico que reventaba mi pecho y me dejo llevar por el momento actual, del que nos toca vivir en el presente, en el que la frase tan en boca de todos: la de “vivir en un mundo globalizado” , es expresada en todas las situaciones y circunstancias que nos pueden rodear , resulta que ya no palpita en mi, tan enfervorizadamente como antaño, ese sentimiento. Es cierto cuando se dice que para que uno cambie la subjetividad por objetividad debe ser necesario aprehender el conocimiento, apliquémoslo ahora, a la realidad que viven nuestros países sudamericanos, en donde hablar hoy de fronteras naturales es casi imposible pues nuestra mezquina mentalidad, de pueblerino, de local, de nacional, nos impide aceptar de que las fronteras son hitos o líneas imaginarias nada más (ya nos ocurrió con los límites de la línea de las altas cumbres que divide el agua en el problema limítrofe con Argentina), y que los que viven junto a esos limites no los sienten como tales sino como un solo territorio, el que recorre “el hombre libre”. Estimular la animosidad hacia la recuperación de territorios perdidos en guerras es propio de demagogos y de gobiernos débiles que carecen de programas aptos e inteligentes, a corto o largo plazo, para mejorar las condiciones socio- económicas de sus gobernados y deben recurrir a exacerbar el sentimiento patriótico que debemos medir de otra forma., no de esta manera. Antes de escribir estas líneas he revivido algunas imágines de mi vida y me han hecho recordar, entre tantas vivencias, cuando siendo un niño de casi 9 años esperaba con ansias los días en que venían las "caravanas de camiones" con los comerciantes bolivianos desde Oruro y que traían al Mercado Central de Iquique sus más diversos productos. -! Como me gustaba ir a comprar frutas y baratijas!. Ver a la mujeres vestidas con sus atuendos típicos me llamaba la atención y me decía : "Vienen desde tan lejos y atraviesan la Pampa en camiones.- ¡ Qué peligro y qué sacrificio!! - No les hablaré del crisol de razas y de etnias que se hallaban presentes en la Conmemoración del 16 de Julio en el Santuario de la Virgen del Carmen, en La Tirana, donde oír hablar en quechua u otra lengua era normal para ellos y sorprendente para un niño, como yo, que le parecía que hablaban en inglés.Con los peruanos, si casi todo Iquique tenía algún pariente peruano. Los peruanos, vecinos por Tacna y por el ese entonces Puerto Libre de Arica, (hablo de la década del 50), eran los poseedores de gran parte del comercio en la Zona Franca Ariqueña. Por eso Iquique, habiendo sido puerto peruano antes de 1879, no podía excluírse de este origen en su historia.Aún más, recuerdo con cariño el verme descubriendo que la escritura de propiedad de la céntrica casa que compró mi padre y en la cual vivíamos en Iquique, figuraban los sellos de la República del Perú y luego otro documento donde figuraba el reconocimiento del derecho de propiedad bajo el sello de la República de Chile. Este documento representaba para mí como que había descubierto un enorme tesoro, como que había realizado un gran hallazgo para la humanidad, el saber de que mi casa era del tiempo del Perú, porque así lo decía esa escritura. Claro, si yo era iquiqueño, vivía en Iquique, chileno a mucha honra, como me enseñaron a decir. Como íbamos a ser descendientes de peruanos. No me lo imaginaba, aunque no lo éramos. O quizás si. Recuerdo también que en esa época, la década del 50, se produjo una enorme sequía que mantuvo a la ciudad y a todo el Norte Grande, con unas gotas de agua durante muchísimo tiempo y que yo escuchaba a mis mayores hablar que la indolencia del Gobierno Central en Santiago era la culpable de la falta de agua en nuestra ciudad.Iquique agonizaba sin agua, eso lo recuerdo como si fuese hoy. Llegó a tal grado el problema que se hacían Cabildos Abiertos casi todos los días en la Plaza Condell, de Iquique, a media cuadra de donde yo vivía. Se llegó a amenazar al Gobierno Central que si no nos daban solución al problema del agua, los iquiqueños preferían pertenecer al Perú y esta intencionalidad se plasmó en sellos que colocaban en el Correo Central de Iquique a toda la correspondencia que salía desde nuestra ciudad. Lo tengo presente en mi mente, como si fuese estos instantes.. Y ustedes se preguntarán qué tiene que ver todo ésto con el título?- Quizás nada, si ustedes los lectores no han vivido en una región que limite con otras fronteras, con otros países. No es lo mismo para un santiaguino limitar con la V Región, con Viña o Valparaíso. Nuestra 1ra Región limita con Perú y Bolivia. Es por lo tanto digno de plantear posiciones más objetivas, más reales que las que puedan emitir aquellos que no están en el día a día en la zona en cuestión. Son las autoridades locales las que deben informar de sus apreciaciones al respecto, son ellas las que conocen a fondo las posibilidades y limitaciones de acuerdos integracionistas. El Gobierno Central solo debe estimular y avalar los proyectos que en este sentido se gesten en las distintas regiones fronterizas y no poner trabas a ellos ni recurrir a despertar un patriotismo nacional cuando se gobierna a distancia. Aunque los Gobernadores lleven sus cuadros de necesidades y proyectos regionales al Gobierno Central, para éste, no son los únicos que esperan respuestas favorables. Todas las regiones del país esperan soluciones a sus problemáticas, así como esperan recibir fondos, aunque fuesen especiales, para poder desarrollar proyectos que fortalezcan el crecimiento y el bienestar en sus regiones. No hacen más que cumplir con sus responsabilidades al respecto, no cabe duda. Todo esto viene a colación con el Proyecto de Integración Regional Altiplánica, de otorgar o no un paso fronterizo con salida al mar a Bolivia, sobre territorio peruano (?) o nó. Si ser diplomático es ser hipócrita, si nos creemos los ingleses de Sudamérica para actuar flemáticamente estamos acabados. Hoy , nuestra región necesita integrarse a nuestros vecinos. Otorgarle o alquilarle un pasadizo oceánico a Bolivia no representa nada más que un acto de gratitud pues a ella pertenecía lo que ha representado durante décadas el sueldo de Chile: el cobre. No puede, ni debe tener, ni abrigar Bolivia, una reivindicación territorial. La Guerra fue en el 1879. Hoy al 2006 tenemos otra clase de guerra: la guerra contra la pobreza, la miseria, el agotamiento de los recursos naturales, contra las enfermedades, contra los que prefieren tener a los pueblos sumidos en la ignorancia, contra los demagogos, los pseudolíderes agitadores de naciones tercermundistas. Sí se necesita del mundo capitalista , del empresario inversionista, pero que de verdad ponga dinero genuino, no que los fondos de sus inversiones provengan de los bancos oficiales de cada nación pues de esta manera sería el mismo gobierno quien pone el dinero para que otro lo administre, en circunstancias de que esos fondos que presta deberían ser utilizados para otras necesidades nacionales. No es mi interés generar una polémica con estas expresiones vertidas, ni es mi propósito esbozar una hipótesis de conflicto limítrofe. Por el contrario, “the chilean way of life” no depende de las fronteras, ni del fervor patriótico que demostremos. La forma de vida del chileno depende de la creación de muchas, pero muchas fuentes de trabajos, dignas, con legislaciones laborales idóneas para las partes, que eleven la condición socioeconómica de cada uno de los chilenos, depende de absorber todos los jóvenes brillantes que , egresados de las múltiples universidades privadas algunas se encuentran desempeñando otras tareas ajenas a su especialización, percibiendo sueldos indignos que les alcanza solo para subsistir. Son los jóvenes los que harán nuestro Chile del futuro y no nosotros, toda una generación de sufridos, mentirosos de la verdad histórica, que no supimos defender ni gritar a los cuatro vientos lo que sentíamos, desde el fondo de nuestros corazones.Hagamos de nuestro país una potencia, pero no bélica, sino intelectual. Preparemos adecuadamente a nuestra gente, eduquémoslos adecuadamente, abramos nuestras mentes hacia la tecnología del futuro, enseñémosles a ser creativos y por ende, podremos vivir con un pasadizo oceánico para Bolivia y un Muelle Comercial para Perú en Iquique. No me vengan con que no se puede regalar lo que costó tanta sangre de chilenos: Nadie debe regalar nada. Se les debe entregar en administración al Gobierno de Perú y al de Bolivia un paso al mar, pidiendo o permutándolo por algo similar en sus territorios. Nosotros con un Muelle en el Lago Titicaca, o con un pueblo costero del Perú para comercializar nuestros productos regionales o para incentivar inversiones inmobiliarias. Eso nos bastaría., o en su defecto, alquilar esas “porciones soberanas”, eso sí, esos montos de alquileres obtenidos deben pasar a engrosar las arcas MUNICIPALES, NO NACIONALES. Nortinos, ¿ algún representante oficial del Gobierno central les ha pedido vuestra opinión?- Pensar en un Plebiscito para opinar sobre el SI/NO de una Salida al Mar para Bolivia debiera ser solamente a nivel región afectada, no a nivel nacional, por razones ya expresadas anteriormente, pero resultaría inconducente por el costo de su realización, dinero que se puede destinar a investigaciones y aplicaciones de técnicas ultramodernas para la conversión del agua salada a potable, por eso, como iquiqueño, chileno, americanista, estoy a favor de otorgar un pasadizo oceánico a Bolivia sea por la Región de Tarapacá, o Arica o Antofagasta."